domingo, 21 de diciembre de 2008

El intercambio


Los Ángeles 1928, Christine Collins, la protagonista del nuevo drama presentado por el actor y director Clint Eastwood, deberá enfrentarse a la angustiosa experiencia de perder un hijo, para luego padecer la desesperada impotencia de quien se sabe engañada por un corrupto y despreciable Departamento de Policía que busca a toda costa lavar su imagen, anteponiendo para ello sus deleznables intereses al bienestar de la madre y el hijo; un hijo al que la Policía deja de buscar cuando afirma por fin haberlo encontrado, aún a pesar de las repetidas negativas de Christine Collins que desesperada clama por el error de estos, al descubrir que el niño hallado no es en realidad su hijo. La historia nos depara aún otros oscuros acontecimientos. Con precisión, y con una ya característica pausada elegancia, el director de Million Dollar Baby, y Sin Perdón, nos transporta esta vez, ya desde el primer instante en el cual el logo de la Universal aparece en pantalla con el aspecto que lucía en los años 20, a la ciudad cinematográfica de Los Ángeles en aquellos años antesala del cine sonoro, cuando Chaplin conseguía sus mejores comedias, y el Western triunfaba alcanzando su carácter emblemático, no en vano el niño Collins tiene como héroe a un actor de westerns en el Hollywood de aquel momento, y sueña con poder cabalgar un día sobre el lomo del caballo del héroe. La ambientación es perfecta, transpira realidad y verdad en todo momento, y los planos, siempre con la austeridad característica en Eastwood, no dejan nunca de resultar majestuosos y armónicos con el resto de la historia, que no hace alardes, y se beneficia de una narración precisa. Los abominables acontecimientos que tuvieron lugar durante aquellos años nos dejan pasmados cuando comprobamos la indefensión de la mujer por aquel entonces, rodeada de un incomprensible machismo, y donde una tolerada violencia, cuando éstos pegan a sus mujeres, da pie incluso a una aún más deleznable canallada, la de encerrar en un manicomio a las mujeres que llegan a quejarse en exceso por la violencia soportada. La historia emana tensión, sin exponer a los personajes en exceso para no caer en el melodrama más absoluto, aunque la cosa es para echarse a llorar, dada la dureza de la historia. El maestro Eastwood, porque para quien esto suscribe desde luego lo es, peca en ocasiones de maniqueo, porque aunque la actuación de Angelina Jolie es brillante, su personaje en ocasiones acaba distanciándose demasiado del espectador, tal vez por la “perfección” que parece exhibir a lo largo de las dos horas y veintidós minutos que dura la película, tal vez por una marcada diferencia con cualquiera de las otras mujeres que la rodean a lo largo de la pesadilla, y que hace que ella sobresalga siempre, provocando la falta de atención sobre tan dramático personaje.
La película nos sorprende con un giro inesperado cada vez que el extenso metraje parece estar dilatándose más de lo necesario, creando por momentos la extraña sensación de estar presenciando el final, cuando de hecho, la historia no ha pronunciado aún su última palabra con respecto al asunto Collins.
Un drama conmovedor narrado con el característico buen hacer del septuagenario realizador norteamericano.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

can you email me: mcbratz-girl@hotmail.co.uk, i have some question wanna ask you.thanks

Anónimo dijo...

You read these things, I think the mood has changed for the better!

Anónimo dijo...

It seems different countries, different cultures, we really can decide things in the same understanding of the difference!
Personalized Signature:我喜欢淮安掼蛋,靖江青儿,南通长牌,姜堰23张,常州麻将这些地方言游戏

Anónimo dijo...

liver25800