martes, 3 de febrero de 2009

Valkiria


Después de la por completo decepcionante Superman Returns, Bryan Singer retoma el pulso de anteriores trabajos y nos vuelve a brindar un excelente thriller a la altura de sus ya demostradas cualidades. Thriller. Según el Pocket Oxford Spanish Dictionary, thriller significa misterio o suspense. Y si de algo debería carecer la adaptación cinematográfica de un suceso histórico, y más tan reciente como el que se trata en esta ocasión, eso sería precisamente misterio o suspense. La operación Valkiria, eje central de la película de mismo nombre, fue el último intento conocido de acabar con la vida de Hitler y tuvo lugar en el verano de 1944. Ergo, desde antes incluso de sentarnos en la butaca del cine, ya sabemos que el plan fracasó, y aunque puede que no sepamos todavía cómo acabaron exactamente sus protagonistas, nos podemos hacer una idea bastante clara. Pues bien, todo lo comentado hasta aquí, no sirve absolutamente de nada. En cuanto se apagan las luces y comienza a rodar la cinta, nos vemos sumergidos completamente en la épica y ejemplar historia que nos propone Singer, haciéndonos olvidar todo lo que sabemos al respecto más allá de lo que sucede en cada momento ante nosotros. Cada vez que la resistencia planea una estrategia para acabar con Hitler empezamos a notar cierta esperanza de que pueda salir bien y de que Europa se acabará librando de semejante monstruo. Mientras dichos planes comienzan a desarrollarse, acompañamos a los héroes con miedo incluso a respirar a sabiendas de que la más mínima indiscreción podría acabar con toda esperanza de éxito. Todas las piezas van encajando casi, casi, a la perfección e incluso podemos llegar a pensar que todo lo que sabíamos era una mentira, que estábamos equivocados, que Alemania se alzó contra Hitler en ese verano del ’44 acabando así con la amenaza del nazismo. Casi. Por supuesto, todo acaba desmoronándose. Bryan Singer nos lleva con mano maestra por este emocionante y épico homenaje a todas esas personas que, sin tener nada que perder bajo la égida del tirano, decidieron sacrificar sus vidas para construir una nación regida por la libertad. Un homenaje servido a su vez bajo la forma de una película de entretenimiento puro, espectacular cuando debe serlo, llena de suspense y de situaciones que estiran la tensión hasta límites extremos, y que te mantiene en vilo hasta el último fotograma. Por una vez, lo que importa es todo, y no sólo un final inesperado como viene siendo norma en el género de un tiempo a esta parte. Sin embargo, si algo se le puede achacar a la película es quizá la falta de interpretaciones apabullantes que acabaran de conformar un producto redondo. Todos los actores cumplen con sus papeles, e incluso Tom Cruise como el coronel Stauffenberg resulta convincente, pero por lo general carecen de la fuerza necesaria para dejarte embelesado con su actuación, especialmente un Adolf Hitler muy lejos de la magistral e inolvidable interpretación de Bruno Ganz en El Hundimiento. Mientras todavía degustamos la última obra de Mendes y ya se nos hace la boca agua sólo de pensar en lo que ya mismo se nos echa encima de Fincher y Boyle, la Valkiria de Singer resulta un excelente entremés que nos hace desear que este director nos siga deleitando en el futuro con cintas de acción tan elegantemente dirigidas como hasta el momento.

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