miércoles, 19 de noviembre de 2008

Saw V


No. Ya me he cansado. Ya no quiero jugar más a este juego. Hace cinco años me quedé terroríficamente encantado con tu sádica propuesta. Inspirándote en algunos de los asesinos más carismáticos del panorama cinematográfico, les diste una vuelta de tuerca y los llevaste a una nueva y enfermiza dimensión. Nos obligaste a aceptar las reglas de tu juego, no teníamos elección, y por nuestras mentes empezaron a desfilar preguntas y dudas que nunca antes hubiéramos imaginado. ¿Seríamos capaces de infligirnos el máximo grado de dolor con tal de sobrevivir? ¿Y de matar a un inocente para salvar nuestra propia vida? ¿Es realmente el sufrimiento la única vía para la redención? Desgarradoras preguntas que nos obligaban a enfrentarnos a nuestros más escondidos temores. ¿Por qué te niegas a desaparecer si ya has cumplido con tu parte? Sí, lo conseguiste, nos derrotaste moralmente a todos, tiraste la condición humana a la basura. Sin embargo ahora no eres más que una caricatura de ti mismo. Con tu muerte en la tercera entrega cerrabas una trilogía que, aunque desequilibrada, había resultado inspirada. Puedo llegar a aceptar incluso que quisieras contarnos cómo empezó todo, qué fue lo que te indujo a pensar que el ser humano estaba perdido y necesitado de redención. Pero aún después de eso no has aceptado tu final, sigues dando vueltas a una celda cerrada, haciendo que todo lo que un día construyeras acabe desmoronándose.

Ahora resulta que lo que parecía una genial y cruel obra tuya no fue tan sólo tuya. Y quien has dejado como tu póstumo peón no logra ejercer ni por un momento la atracción que ejercías tú en tus comienzos. Prueba de ello es que por sí mismo es incapaz de sostener una historia propia y necesita recurrir constantemente y sin ningún sentido a episodios de tu obra ya contados en su debido momento, sin aportar nada mínimamente relevante ni a su historia ni a la tuya. ¡¿Qué me puede importar cómo secuestraste a una víctima hace cinco años o cómo cargaste las balas en la pistola de la puerta hace cuatro?! Además, su falta absoluta de competencia se ve reflejada en un montaje incoherente y confuso basado en la alternancia de flashbacks totalmente desordenados que lo único que consiguen es que no sepas cuándo pasaron esos acontecimientos. Tú elegías tus víctimas (aunque sé que no te gusta llamarlas así) con esmero. Tu peón escoge a auténticos estúpidos cuyas muertes son casi una bendición biológica, pues suponen el incremento de la inteligencia humana media. Uno puede llegar a sentir vergüenza ajena ante las ridículas reacciones de las víctimas frente a los juegos propuestos, especialmente en el de los agujeros en la pared y el de cierto vaso que debe ser llenado. Por si todo esto fuera poco ¡ni siquiera sus torturas son comparables a las tuyas! El único consuelo que nos pudiera quedar, el de alimentar nuestros sádicos instintos viendo cómo la gente alcanza las mayores cotas de sufrimiento, tampoco se ve satisfecho. Los mecanismos de tortura están en su mayoría poco inspirados (con la salvedad del péndulo y el ya mencionado vaso) y las muertes no nos dejan boquiabiertos. Contigo me lo pasé muy bien, Sr. Puzle, pero reconócelo, tu juego ha acabado. Es hora de buscar uno nuevo.

Ficha IMDB

No hay comentarios: